Todo cobra su equilibro, nuestra mente humana no esta salva de la armonía de la naturaleza. Todo lo que estuvo abajo vuelve a subir, la niña que se preguntaba que era lo que estaba mal ya se supo responder y nada parece estar mal de nuevo. Cambian las situaciones, el sentido de las acciones, surgen nuevas vertientes en nuestros pensamientos. Aquello que debió ser reconocido la vida lo reconoció. No se puede pedir más. Gracias a todos mis amigos, a las personas que voltean su cabeza para preguntar si ahi estoy, aún... Algo que me enseño este año fue a saber agradecer, con el corazón en la mano dar una reverencia por todo lo que se lo merece. Me enseño que hay personas que valen mucho la pena y a nunca subestimar ninguna llamada (señal). Este año aprendí mucho. Este año el corazón latió.. no por ser un proceso biológico natural, sino por cada latir una razón.
20 a 21, me enseño mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario