Alevosía.

Sí, la vida es como una fuente.

Emana siempre, ya sea la misma agua o agua con particulas que se adherieron por las circunstancias.

Cada persona es como una pequeña fuente y en el más despectivo o simple de los casos, será una fuente monótona. Pero al fin fuente.

Hoy estoy tratando de explicar, que cuando no leo algo de ti ((Persona Importante, la que sea)), cuando no veo algo que me has recomendado, cuando tampoco quiero recordar las palabras que me has dicho, ni hartarme de los olores agradables que me recuerdan a ti o escuchar tan a menudo las canciónes que tu sensacion provocan, no ha de ser tomado como un mal gesto. Porque un día ya no estarás para mi (ya sea porque partas del mundo o porque partas de mi o yo de ti, aunque lo dudo) y ese día la fuente parará. Se congelara y hermetizara. No correra más agua nueva ni repetida en tu fuente, ni podré beberla más. Entonces iré por el agua que guarde y la haré rendir tomando un sorbo pequeño que apenas me deje la sensación, entonces usaré las reservas (no menos importantes) y lo que quedo de tu escencia seguirá renovandome. Puesto que será un agua que no he bebido y seguirás estando conmigo, aunque ya no surgirá agua de tu fuente nunca más.

Hoy dejo a un lado las cosas que me das, para prestarte atención. Prestarle atención al movimiento de tus aguas, a la rapidez o a la lentitud, a la brisa que me salpica tu vida, a la humedad que me produce sentarme a tu lado. No se cuanto tiempo más tendré de regalo, pero el tiempo que me quede para eso será. Y cuando no me quede más tiempo de tu fuente. Entonces beberé tu parte guardada y vivirás emanando como una bella fuente de otro color, dentro de mi.