De esas veces que recuerdas que alguien que apreciaste te apreció pero la regó y tuviste que dejar el contacto, o recuerdas gente que parece que se enojo contigo sin una aparente razón.
De esas veces que estas de pie frente a tu salón de clases lleno y todos esperan que digas algo pero te ven como si estuvieses tonto y no supieras nada, y tienes conocimientos en tu cabeza pero no los sabes expresar... en el momento...
De esas veces que les pides a tus "compañeros" que si se toman una fotografía contigo para limar asperezas que no tienen que ver contigo y todavía se hacen los dignos.
De esas veces que el jefe de tu trabajo te culpa por no tener en la mente sus pendientes y resolverle o facilitarle las cosas cuando ese no es tu trabajo y se la pasa marcandote para decirte que estás mal por no hacer lo que él quiere tal como lo quiere.
De esas veces que te conviertes en el Reality show de la escuela sólo por hablar con alguien a lo que se espera que tengas algo que ver...
De esas veces que quieres fumar como contribuyendo a afianzar la ley milenaria de buscarnos el mal en el malestar.
De esas veces que te das cuenta que si tienes amor, todo lo antes mencionado pareciera nada y lo negativo lo verías positivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario