En algún lugar del tiempo seguimos amándonos.
Amando como somos aún sin haber descubierto más de lo que habíamos descubierto hasta entonces.
Sintiendo ese amor como estando en un bosque de palabras de sombras, de vértigo.
Agradezco que aunque no lo supiera eligí vivirlo.
Nunca olvidaré que dijiste serás una gran psicóloga y yo no lo sentía ni siquiera sabía si lo quería en ese entonces y el recorrido me llevo a muchos lugares, hasta encontrar a mi esposo con el que tuve a mi familia. Y en ese recorrido supe que había sido por ellos y ya con ellos retome el camino de regreso, volví a encontrarme conmigo en otra etapa, con otra mente, con otra edad, con otras circunstancias, y ahora vivo lo que pareciera fue una promesa cumplida. Me convertí en eso que no sabía que amaría tanto, ser psicóloga.
Sebastián, gracias por creer en mi cuando no era sino apenas un poco un atisbo de lo que hoy soy y de lo que se que estoy por convertirme, en estás vueltas, recorridos, transformaciones nunca olvidé tus palabras.
Porque esa fé no fue por ti ni por mi pero fue un bien anunciado. Brujo espero que tú vida brille para ti tanto como la mía brilla para mí.
Se que ambos sabemos que no importa cuánto brille, nunca brillaremos de la misma forma que entonces, gracias por todo, gracias por tanto, nunca nadie tuvo tanto fondo, ni una raíz llegó tan lejos que formó galaxias y universos, gracias por tanto.
Mía
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