la honda cicatriz de la tristeza,
la huella profunda del profundo barco;
pero muerte también, también estrella
agotada en el fiel sentimiento.
Si tienes alas, palabra,
no salgas a la calle
donde el viento es una rama tísica.
Sal a mi corazón
y construye un hondo cementerio
y entierra para siempre la soledad.
Raúl Garduño (Advenimiento de la palabra, fragmento)
No hay comentarios:
Publicar un comentario